Nalla visita, periódicamente la estación de seguimiento de satélites de la ESA en Cebreros, en Ávila, España. Se asegura que otros pájaros no utilicen, por error, nuestra fantástica antena cómo cuarto de baño o lugar para hacer sus nidos. Ella tiene una gran capacidad de persuasión, con lo que los pájaros locales se alejan de nuestra antena y de esta manera puede permanecer limpia y preparada para comunicarse con misiones que se encuentran a 800 millones de kilómetros de la tierra.
La ESA celebra en 2015 el 40 aniversario de su Red Europea de Seguimiento, Estrack, el indispensable vínculo con los satélites que permite a los científicos aprender sobre nuestro sistema solar y nuestro universo.
En cuatro décadas la red Estrack se ha expandido hasta llegar a tener un alcance global, y hoy emplea tecnología de vanguardia para conectar científicos y controladores de las naves que orbitan la tierra, observan nuestro sol, estudian estrellas o se adentran en las profundidades de nuestro sistema solar.
La red Estrack cuenta con estaciones en tres continentes, todas ellas operadas de forma remota desde el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) de la ESA, en Darmstadt, Alemania.
En la actualidad sigue a más de una docena de misiones de ciencia y observación de la tierra, incluyendo los satélites Swarm, los Sentinel y las misiones Rosetta, Gaia y Mars Express.