EmpleoEl crecimiento del empleo en Jalisco es de 6 por ciento, superior a la media nacional, que es de 4 por ciento, por lo que el reto del Seguro Social es reforzar su infraestructura médica y seguir apostando en la prevención de enfermedades.
Vistas de página en total
viernes, 30 de junio de 2017
Refuerzan infraestructura de clínicas IMSS en Jalisco
miércoles, 28 de junio de 2017
Artesanos de la madera
martes, 27 de junio de 2017
Dos selecciones mayores de México tendrán acción
Hoy futbol.... Mañana a sufrir
sábado, 24 de junio de 2017
Estudian campo volcánico de San Martín Tuxtla
México cuenta con 12 volcanes que se consideran activos: Bárcena, Ceboruco, Citlaltépetl, el de Fuego de Colima, Chichón, Everman, Nevado de Toluca, Paricutín, Popocatépetl, San Martín, Tacana y Tres Vírgenes, según datos del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por ello, la investigación que se realiza en el país en torno a la actividad volcánica es determinante para generar conocimiento que permita estar preparados para enfrentar posibles desastres naturales, así lo consideró el doctor Juan Manuel Espíndola Castro, investigador titular del Instituto de Geofísica de la UNAM, quien explicó cómo es que a través de su proyecto han identificado que la actividad sísmica está directamente asociada a la peligrosidad de los volcanes.
Al respecto, dijo que uno de estos volcanes activos es el de San Martín Tuxtla, que está en la región de Los Tuxtlas; se trata en realidad de un campo volcánico —área con una gran cantidad de volcanes— donde muchos de los volcanes son pequeños conos y hay también cráteres de explosión conocidos como mares, todos ellos idóneos para estudiar la actividad sísmica asociada a los volcanes.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿En qué consiste su trabajo?
Juan Manuel Espíndola Castro (JMEC): Nuestro país tiene cerca de una docena de volcanes que se consideran activos. Qué quiero decir con activos, pues bien, no que estén en erupción sino que han tenido una erupción en el pasado geológico reciente y que, por lo tanto, podrían tener una nueva erupción en el futuro.
Hay que considerar que la vida de los volcanes es muy larga —hablando en tiempos geológicos—, entonces un volcán que tuvo una erupción hace 20 mil y hasta unos 50 mil años, se le considera pasado geológico reciente, es como decir, en tiempos geológicos es como decir fue ayer.
En ese contexto, uno de estos volcanes es el de San Martín Tuxtla, que está en la región de Los Tuxtlas, una región muy bella de nuestro país; se trata en realidad de un campo volcánico —área con una gran cantidad de volcanes— donde muchos de los volcanes son pequeños conos y hay también cráteres de explosión conocidos como mares.
En esta región, los principales volcanes son cinco, pero el que ha tenido la erupción más reciente es el de San Martín Tuxtla, que está muy cerca de Santiago y San Andrés Tuxtla. Su última erupción fue en 1793 —tiempo histórico— y esa erupción fue narrada por un científico mexicano, José Mariano Mociño.
Esa erupción causó tanto pánico en la región que el virrey envió a Mociño para que hiciera una narración y estudio de lo ocurrido en la región.
AIC: ¿Cuáles son las etapas que ha atravesado?
JMEC: Debido a que este campo había sido poco estudiado, nosotros nos dimos a la tarea de establecer una red de sismógrafos en la región. Al tratarse de equipos autónomos, se deben descargar los datos periódicamente. De manera paralela a la recopilación de datos, nos dimos a la tarea de estudiar las cenizas que arrojó el volcán y que permanecen en la región.
Realizamos también estudios históricos, nos documentamos sobre lo que se ha escrito sobre el volcán, lo que se dijo y lo que se refiere a las características de la región. En resumen, establecimos la red, estudiamos los estratos y nos documentamos en tanto a la literatura histórica relacionada con el volcán.
Posteriormente también estuvimos recopilando información relacionada con la gravimetría y comenzamos al mismo tiempo estudios del campo gravimétrico del volcán para ver la estructura. En esa etapa encontramos cosas muy interesantes, por ejemplo, ahora sabemos que la sismicidad asociada al campo volcánico de Los Tuxtlas es muy leve, no hay gran cantidad de temblores.
Hemos entendido también que el hecho de que haya poca actividad sísmica no significa que no tengamos nada de qué preocuparnos, por el contrario, en esta zona, la actividad eruptiva no registra intensa actividad sísmica y ello deriva en que no haya mucho tiempo para realizar predicciones, es decir, a diferencia de los volcanes con lavas más viscosas y con gran actividad sísmica, donde se pueden hacer mejores predicciones, en estos casos no es así y el tiempo de respuesta para prevenir catástrofes es menor.
AIC: ¿Esos serían los hallazgos más relevantes del proyecto?
JMEC: Son de los resultados importantes y lo son por varias cuestiones, desde luego está la parte científica que básicamente consiste en saber cómo están funcionando los campos volcánicos, lo que sencillamente añade al conocimiento universal de cómo se da la actividad en ellos.
Otro aspecto importante es la parte social, porque gracias a estos trabajos ya tenemos nosotros información para prevenir desastres. Con el tiempo hemos invadido cada vez más zonas de alto riesgo como son las faldas de los volcanes; anteriormente no había mayor problema porque no había asentamientos, pero como la población va creciendo, se va acercando a los volcanes y ello supone un problema.
AIC: Concluidas las etapas mencionadas, ¿cuál es el siguiente paso para el proyecto?
JMEC: Quisiera decirles que el proyecto ya terminó, pero no, este campo lo conocemos muy poco realmente y este proyecto aun cuando contribuye a su conocimiento, sencillamente podría ser solamente la base para futuros proyectos. Lamentablemente, no contamos con los recursos financieros para avanzar al ritmo que nos gustaría.
Incluso, ante la falta de recursos, actualmente estamos estudiando el campo volcánico de Mascota, en Jalisco, y lo tuvimos que mover porque allá contamos con un acuerdo de colaboración con colegas de la Universidad de Guadalajara, quienes están apoyando con el mantenimiento de los equipos que utilizamos.
Ciberpasquinero
viernes, 23 de junio de 2017
VREI, el vehículo de rescate desarrollado en México
"No siempre que se desarrolla un prototipo se llega a su producción en serie, lo cual significa un salto gigantesco y nosotros afortunadamente lo dimos".
jueves, 22 de junio de 2017
El hongo que amenaza al vino mexicano
Ensenada, Conacyt / ciberpasquinero
Estudios en torno al funcionamiento molecular del hongo Lasiodiplodia theobromae son desarrollados por la doctora Rufina Hernández Martínez, investigadora del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), en busca de métodos de control de patógenos que atacan plantas de vid en condiciones de estrés.
Mediante las investigaciones de la especialista del Departamento de Microbiología del CICESE, se han identificado genes que favorecen el ataque del hongo en plantas bajo condiciones de estrés, además de conocer su proceso de infección en la planta.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Rufina Hernández, miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), explicó a detalle los hallazgos de su trabajo, al que se adentró desde hace 10 años.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿De qué forma invaden a las plantas de vid los hongos fitopatógenos que está estudiando?
Rufina Hernández Martínez (RHM): Son hongos a los que les gusta la madera, penetran a través de heridas, como las provocadas durante las podas, buscan llegar al xilema de las plantas, el tejido conductor del agua.
En pocas palabras, extraen los nutrientes que usaría la planta para crecer, también producen toxinas y neutralizan sus defensas para evitar que lo afecten, por lo que eventualmente la planta entera muere.
AIC: ¿Tienen identificados cuántos y cuáles son los hongos que funcionan de esta forma?
RHM: Son varios, al menos hemos identificado 15 especies, ya que empezamos diagnosticando qué era lo que había en Baja California. Sin embargo, los hongos más interesantes, por los daños que causan, pertenecen a la familia Botryosphaeriaceae, estos son hongos que crecen muy rápido, sobre todo en plantas bajo condiciones de estrés.
Para estudiar cómo funcionan, estamos utilizando como modelo el hongo conocido como Lasiodiplodia theobromae.
AIC: ¿Por qué trabajar con ese hongo en específico?
RHM: La razón por la que lo elegimos es que aparte de que es un hongo que está en vides de Baja California, afecta a alrededor de 500 hospederos, entre ellos mango, olivo, frambuesa, papaya, cacao, todos cultivos económicamente importantes en el país y el mundo.
AIC: ¿Cuál es el mecanismo con el que ataca a la planta?
RHM: El hongo, además de utilizar los constituyentes de la planta, es capaz de evitar su respuesta defensiva; particularmente en plantas estresadas encontramos que se expresan genes que codifican para enzimas con la capacidad de degradar el ácido salicílico y los precursores de fenilpropanoides de la planta, ambos compuestos participan en la inducción de los mecanismos de la defensa de la planta.
AIC: ¿Qué le pasa a la planta cuando es invadida por este hongo?
RHM: La planta presenta síntoma de decaimiento progresivo, es decir, su rendimiento se reduce lenta y gradualmente. En la madera afectada se puede observar un síntoma conocido como cancro, que es tejido muerto de color oscuro en la planta con una característica forma de cuña.
A medida que el hongo va avanzando, todo el tejido se vuelve negruzco, ya que el hongo al invadir y alimentarse de los tejidos, poco a poco va matando a la planta.
Una vez que termina con los nutrientes de la planta, el hongo produce estructuras de reproducción, conocidos como picnidios, que tienen forma de pera o botella, de ahí se liberan las esporas que infectarán a nuevas plantas.
AIC: ¿En qué parte de este proceso son más peligrosas las condiciones de estrés bajo las que pudiera estar la planta?
RHM: Utilizando el modelo de Lasiodiplodia theobromae, tratamos de averiguar cómo es que responde a las condiciones de estrés, es decir, ¿es un hongo más agresivo cuando hay condiciones de estrés?
Los genes expresados solo en condiciones de estrés térmico se compararon con aquellos depositados en bancos de genes existentes en diferentes sitios web, para encontrar algunos responsables de que el hongo sea patógeno, estos se conocen como genes de patogenia.
La importancia de hacer estos trabajos es que teniendo identificados los genes de patogenia, se pueden diseñar estrategias para inhibir o no permitir que se expresen esos genes y evitar la infección en la planta, particularmente, mi grupo de trabajo ha identificado dos genes cuya importancia en el hongo los hace un blanco ideal para diseñar estrategias de control.
AIC: ¿Cómo relacionan este conocimiento con los métodos de control del hongo?
RHM: Lo que estamos tratando de hacer es identificar qué genes tiene el hongo que le permiten ocasionar la enfermedad, lo cual nos permitirá, a largo plazo, diseñar estrategias de control puntuales.
Al mismo tiempo buscamos alternativas de control inmediatas, por lo que también buscamos cepas de bacterias y hongos para usarse en el control biológico de los hongos de la madera.
miércoles, 21 de junio de 2017
Tres de cada cuatro adolescentes ha sufrido algún tipo de experiencia negativa en redes sociales
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 93,6% de los niños de entre 10 y 15 años utiliza Internet y el 90,9% dispone de teléfono móvil, un porcentaje que se eleva hasta el 98,3% a partir de los 16 años. En este contexto, el acceso a las redes sociales es una de sus actividades preferidas. A medida que los niños entran en la adolescencia, la faceta social toma mayor relevancia y las redes sociales juegan un papel importante en la construcción de su identidad, su estilo de vida y la relación con sus iguales.
Esta rápida incorporación a internet y las redes sociales produce al mismo tiempo una desconfianza y preocupación entre padres, educadores y la sociedad en general. Entre los principales riesgos a los que se enfrentan los jóvenes se encuentra el uso abusivo de la web, el contacto con personas desconocidas, el acoso (cyberbullying) o el acceso a contenidos de carácter violento, racista o sexual. Además, se observa que algunas prácticas y conductas no apropiadas, como la agresión verbal repetida, un uso no adecuado de información personal, la suplantación de identidad, la difusión de fotos sin autorización, el acoso sexual o los daños a la reputación, están normalizadas en los grupos de adolescentes en redes sociales.
Esta rápida incorporación a internet y las redes sociales produce al mismo tiempo una desconfianza y preocupación entre padres, educadores y la sociedad en general
Así lo apuntan las investigadoras de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de la Universidad de Valladolid (UVa) en el Campus de Segovia Belinda de Frutos Torres y Mercedes Marcos Santos, quienes han realizado un estudio con el fin de determinar la relación entre las experiencias vividas en las redes sociales y la percepción de riesgo en este entorno e identificar el perfil de las conductas de riesgo.
Para ello, aplicaron un cuestionario a una muestra de 370 alumnos de tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) procedentes de cuatro centros de Segovia seleccionados al azar, dos centros públicos y dos centros privados-concertados. De ellos, tan solo el 4,3 por ciento indicó carecer de cuentas en redes sociales. Entre los que sí disponían de cuentas, el 49,2% aseguró estar presente en entre dos y tres redes sociales, e incluso el 18,9% declaró estar suscrito a cinco o más.
El 66,1% afirmó mantener una práctica segura, como es mantener el perfil privado para que sólo puedan verlo sus amigos. En cambio, un 16,4 por ciento dijo tenerlo abierto a cualquier persona. Además, el 7,3% tenía visible su dirección, el 17,8% el número de teléfono y el 51,1% el centro de estudios. Asimismo, la opinión sobre el control de los contenidos que suben a las redes fue bastante optimista: su valoración media se situó en 3,82 puntos sobre una escala de cinco.
No se percibe riesgo pese a las malas experiencias
Por otro lado, la encuesta apunta que los jóvenes se enfrentan a diario con situaciones desagradables. Tres de cada cuatro adolescentes ha sufrido algún tipo de experiencia negativa en redes sociales. Sin embargo, los menores no las perciben como sitios con riesgo.
En cuanto al perfil asociado a prácticas de riesgo en redes sociales, un estilo de navegación exploratorio, el número de cuentas abiertas y la gratificación social recibida a través de las redes sociales son las variables relacionadas con una mayor probabilidad de incurrir en este tipo de conductas.
"Por una parte, se constata que los menores están viviendo experiencias negativas en las redes sociales. Es una especie de agresividad de perfil bajo, no son incidentes que podrían constituir delito, pero están presentes de forma constante", detalla Belinda de Frutos, quien subraya que lo que ocurre con estas agresiones de perfil bajo "es que se están normalizando, es decir, se considera lo normal en la actividad de las redes sociales".
Por otra parte, añade, esperaban que los menores que han sufrido más incidentes de este tipo "tuvieran un comportamiento algo distinto en las redes sociales, es decir, que la experiencia hubiera servido de aprendizaje sobre todo en su percepción de las redes sociales como un elemento de riesgo".
Sin embargo, encontraron "que no había relación, la percepción de riesgo era independiente de las experiencias sufridas". Por ello, plantean que las gratificaciones inmediatas que reciben de las redes sociales "son las que constituyen un refuerzo a su comportamiento, al margen de las experiencias negativas".
La prevención sobre los riesgos no tiene mucho sentido que se haga a través de las fuerzas de seguridad del estado
Prevenir la normalización de las agresiones en las redes sociales
En este marco, las investigadoras proponen una serie de acciones preventivas. "La prevención sobre los riesgos no tiene mucho sentido que se haga a través de las fuerzas de seguridad del estado hablando de los delitos que se cometen en las redes sociales, ya que este mensaje esta fuera de su esfera de influencia.
Creemos que sería más fructífero que se trabajara sobre la normalización de las agresiones en los grupos de redes sociales, estableciendo una discusión entre iguales sobre lo que les parece mal en las redes sociales, sobre estos incidentes, de modo que no se dé por hecho como algo normal", concluye.
El trabajo formaba parte de un proyecto de investigación más amplio centrado en la importancia de las habilidades críticas en el uso de Internet y de los medios interactivos en general. Además, Mercedes Marcos está ultimando su tesis doctoral en torno al papel que tienen las marcas comerciales en la configuración de la identidad de los menores en las redes sociales.
Referencia bibliográfica:
De-Frutos-Torres, Belinda; Marcos-Santos, Mercedes (2017). "Disociación entre las experiencias negativas y la percepción de riesgo de las redes sociales en adolescentes". El profesional de la información, v. 26, n. 1, pp. 88-96. https://doi.org/10.3145/epi.2017.ene.09
viernes, 9 de junio de 2017
Los rastros del satélite
Esta ‘maraña’ azul en realidad es el registro de 2.114 movimientos realizados por el telescopio espacial XMM-Newton de la ESA al cambiar su atención de un objeto de rayos X a otro entre agosto de 2001 y diciembre de 2014.
XMM-Newton, que lleva en el espacio desde 1999, estudia fenómenos de alta energía en el Universo, como agujeros negros, estrellas de neutrones, púlsares y vientos estelares.
El telescopio recopila datos científicos incluso cuando mueve su foco de atención entre objetos, revelando fuentes de rayos X de todo el cielo.
El mapa se ha trazado en coordenadas galácticas; por tanto, su centro corresponde al centro de la Vía Láctea.
La imagen se creó como parte del catálogo del cartografiado con las maniobras de XMM-Newton publicado en marzo de 2017, y que el mes pasado protagonizó una de las imágenes científicas de la semana.
Esta semana, numerosos científicos que estudian el universo de rayos X se van a reunir para tratar los últimos avances en astrofísica de alta energía, incluyendo descubrimientos de las actuales misiones de rayos X, así como expectativas de cara a futuras misiones.
Hasta el momento se han publicado más de 5.000 artículos sobre los resultados de XMM. Los científicos también están deseando contar con la siguiente generación de satélites de rayos X, como Athena, el Telescopio Avanzado para la Astrofísica de Alta Energía de la ESA, cuyo lanzamiento está previsto para finales de la próxima década.
jueves, 1 de junio de 2017
Estudian las esponjas del Caribe mexicano
Yucatán, Conacyt / ciberpasquinero
Las esponjas marinas constituyen el grupo más diverso de las comunidades que habitan los fondos marinos en los arrecifes de coral. A pesar de que han sido estudiadas ampliamente en el norte del golfo de México, en el sur su presencia había sido estudiada principalmente en los arrecifes de Veracruz, lo que motivó a investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM Campus Sisal) a emprender un registro taxonómico de este grupo en el Parque Nacional Arrecife Alacranes y los bajos arrecifales de Sisal, en la península de Yucatán.
Nuno Simões, profesor investigador de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación (UMDI) de la Unidad Académica Sisal de la UNAM, señaló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que las esponjas están presentes en todos los arrecifes, pero no siempre llaman la atención debido a que no tienen el carisma de un pez colorido.
"Un pez tiene ojos, boca, nada, se mueve, cambia de colores... Las esponjas presentan una amplia diversidad de formas y colores, y también responden a los cambios en el ambiente pero, a diferencia de un pez, las esponjas son estáticas, son animales muy primitivos. Sin embargo, aunque no construyan arrecifes como los corales, son fundamentales para crear micronichos dentro de un arrecife de coral", indicó.
Estudian comportamiento y condicionamiento del tiburón blanco
México. Conacyt / ciberpasquinero
Un grupo de investigadores del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas del Instituto Politécnico Nacional (Cicimar IPN), en conjunto con Pelagios Kakunjá A. C., investiga la presencia, comportamiento y condicionamiento de la población de tiburón blanco (Carcharodon carcharias) de la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe.
El conocimiento adquirido será aplicado para mejorar la actividad ecoturística de avistamiento de tiburón blanco en el sitio.
El biólogo marino Édgar Eduardo Becerril García, becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para la realización del estudio, en el Posgrado de Calidad Maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Marinos del Cicimar IPN, mencionó que buscan determinar si existe un impacto en la especie por el uso de carnadas en la práctica ecoturística de avistamiento, mediante buceo en jaulas, del tiburón blanco.
"Estamos evaluando la efectividad de las carnadas para atraer a los tiburones blancos, describiendo cómo es su comportamiento con respecto a los diferentes tipos de carnada que hay, y además estamos analizando si estas carnadas generan un condicionamiento al tiburón blanco, es decir, que estén relacionando las embarcaciones turísticas con la disponibilidad de alimento de una manera artificial", detalló.