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viernes, 24 de febrero de 2012

Un reportaje sobre Jalisco publicado en Argentina

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El cambio climático amenaza a Jalisco


Publicada el feb 23, 2012 en Corresponsales
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Por Esteban Salazar Herrera

Zona Metropolitana de Guadalajara con mayor vulnerabilidad a efectos del cambio climático

Guadalajara, Jalisco, México




 Aunque parezca un tema muy trillado, cíclicamente el tópico del cambio climático sale a la palestra y retoma actualidad conforme se van dando los fenómenos.
Los cambios drásticos en los termómetros de un frío intenso a un calor angustiante que no se daban en las localidades tropicales o semitropicales.
Las lluvias e inundaciones inesperadas en las regiones semiráridas y cuasi desérticas de nuestra geografía mexicana, o las inesperadas sequías en 24 de los 31 estados que conforman nuestro país, son un alerta de que algo está pasando en nuestro entorno medioambiental.

Zona metropolitana de Guadalajara
Tanto por la ubicación geográfica como por la falta de información, el crecimiento poblacional desmedido y los efectos que tiene la contaminación en la salud, hacen de la zona metropolitana de Guadalajara un sitio más vulnerable a los efectos del cambio climático.
Lo anterior fue expresado por el investigador de la Universidad de Guadalajara, Arturo Curiel Ballesteros y agregó que ante desastres y perturbaciones naturales e incluso fenómenos como el cambio climático, una mayor vulnerabilidad tiene que ver con factores como el crecimiento poblacional.
Si analizamos todos los desastres del siglo XX, el mayor impacto es a partir de poblaciones mayores y fuertes concentraciones en las ciudades, apuntó.
Si de manera adicional, el crecimiento se da a partir de la especulación más que con base en la planeación, esto generará un mayor riesgo, tal como podría suceder con los nuevos proyectos urbanos de la ZMG.

Crecimiento poblacional
Es decir, de repente hay un proyecto que habla de que van a crear, en el valle de Zapopan, viviendas para 100 mil personas en un periodo de siete años, cuando sólo tres municipios en el resto del estado tienen esa población y por otro lado en Zapotlanejo pretenden crear vivienda para un millón de habitantes.
Por lo tanto, enfatizó que no se está visualizando que esa forma de pensar y concebir el crecimiento nos está llevando a que la zona metropolitana de Guadalajara tenga una condición de mayor vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático.

Problema del agua
Alguien se ha preguntado, de dónde van a sacar el agua para estas poblaciones, es decir, no va a llover más, no se va a infiltrar más agua, incluso, hay grietas en Tesistán por la sobre explotación y el lago de Chapala está amenazado por el cambio climático.
Su alta vulnerabilidad radica en su baja profundidad, su gran superficie y el incremento de condiciones de evaporación .

Autopurificación natural
Curiel Ballesteros añadió que en los últimos 20 años hemos sido testigos de que estamos rebasando la capacidad de autorregulación o autopurificación natural, por ejemplo del río Santiago o del aire en la ZMG.
Ante lo cual enfatizó que es urgente trabajar en un proceso de adaptación ante el fenómeno que permita generar más conocimiento, educación, mejor toma de decisiones, con el objetivo de mitigar los posibles daños no sólo del medio ambiente, sino también en la salud de la ciudadanía.

Más luvias e inundaciones
“En materia de agua, a Jalisco no le pinta bien”, advirtió el especialista José Arturo Gleason Espíndola.
Al sobreexplotar mantos acuíferos y urbanizar sin planeación, habrá menos captación del vital líquido, y por tanto, una menor disposición.
Además, durante las lluvias se darán más escurrimientos, lo que aumentará las inundaciones.
El doctor en Urbanismo del CUAAD destacó que hay una variable alarmante no considerada en estudios hidrológicos: el cambio climático.
Este fenómeno traerá lluvias más intensas en menos tiempo.
Recordó las inundaciones en Monterrey generadas por el Huracán Alex, que causó lluvias equivalentes a un año en sólo tres días.

El agua en la naturaleza
Según la Comisión Nacional del Agua, la precipitación media anual en la ZMG sobre todo durante el temporal de lluvias es de 800 a 900 milímetros.
“¿La Zona Metropolitana de Guadalajara está preparada para enfrentar un aumento de las lluvias en menos tiempo? Si los drenajes que tenemos ahorita, con una lluvia de 10 o 15 minutos, ya están llenos”, indicó.
Gleason Espíndola subrayó que es vital entender el funcionamiento del agua en la naturaleza con el fin de establecer estrategias, tecnología y cambios culturales o de percepción para captarla y aprovecharla.
“Todos conocemos lo que es el ciclo del agua. Algo tan simple como la evaporación, la condensación, la precipitación, la infiltración y el escurrimiento, que se da de forma continua permite la vida en la tierra.
“Sin embargo, es uno de los sistemas que más ignoramos en la práctica, ya que lo modificamos con el crecimiento desmedido de la urbe”, advierte.

Urbanizar sin planeación
En condiciones naturales, 40 por ciento del agua pluvial se evapora, mientras que 50% es infiltrado y 10% escurre.
Al urbanizar sin planeación adecuada, el escurrimiento aumenta cinco veces, y por tanto también se ve afectada la infiltración, lo cual habla de un desequilibrio en el ciclo hidrológico.
“La pregunta de académicos, científicos y técnicos es ¿Cómo hacer para bajar el agua que no se pudo infiltrar? Un drenaje como el que construyen en el Distrito Federal, que va 40 metros abajo, de cinco metros de diámetro y cuesta 14 mil millones de pesos, no resolverá el problema, y es difícil que veamos una obra de tal magnitud en la Zona Metropolitana de Guadalajara”, expresó.

Captación y aprovechamiento
Gleason Espíndola planteó que es vital modificar la idea asociada al desalojo inmediato del agua de lluvia y establecer la captación y aprovechamiento. No es romántica la idea de que amas de casa saquen las cubetas y capten el agua”, dijo.
Si la meta es disminuir la fuerza y volumen del escurrimiento, “es necesario infiltrar cierta cantidad, siempre y cuando el suelo me lo permita. Otro principio es disminuir las áreas impermeables, o sea, menos concreto y más espacios verdes. Sin embargo, en nuestro país ocurre lo contrario”, señala.
También es vital retener el agua en casas y vasos reguladores. Aunque la captación de agua no es la solución total al problema, es vital impulsar otras líneas de trabajo así como un trabajo entre gobierno, académicos y sociedad, a fin de retener el agua en las partes altas de las cuencas y proteger zonas de recarga, evitando construcciones.

Sequía de Chapala en el 2020
Por otra parte, es de considerar que Chapala podría verse amenazada seriamente en el 2020 si no se revierten los daños de los gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, advirtió la abogada ambientalista del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Tania Mijares García, durante el III Coloquio Internacional Sociedad, cultura y desarrollo sustentable: Crisis y cambio climático, en el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).
La especialista señaló que son pocos los estudios que hay en Jalisco sobre lo que nos espera dentro de algunos años por las consecuencias de los gases de efecto invernadero.

Alto riesgo
“Pero el riesgo es alto para esta parte del país, sobre todo porque nuestra zona está expuesta a cambios bruscos que pueden llevar a fuertes aguaceros y a extremas sequías, lo que puede traer daños en el sector agrícola, sobre todo la de temporal”, añadió.
Puntualizó que “esta sequía en algunas zonas y etapas determinadas del año, combinada con fuertes aguaceros, podría repercutir sobre todo en el lago de Chapala por la falta de agua.
“Los jaliscienses deberían ser muy puntuales en las exigencias hacia las autoridades por cuidar este lago, ya que luego podría traer problemas por falta de agua en la región”.

Emisor de gases invernadero
Agregó la especialista que contrario a lo que se piensa, México es un gran emisor de gases de efecto invernadero, pues en estos momentos ocupa el décimo lugar de emisiones mundiales, y es el primer lugar dentro de los países de la América morena.
“Del total de las emisiones dañinas de nuestro país, energía produce 38% de emisiones, el transporte 18% y por cambio de uso de suelo y silvicultura 12%”.

Vulnerabilidad mexicana
Agregó que con 60 millones de pobres, una deficiente educación en esta área y poca previsión sobre este tema “hace que nuestro país sea uno de los más vulnerables del mundo ante este problema. La crisis con la que nos vamos a enfrentar es más grave de lo que muchos piensan.
”La vulnerabilidad de un país no depende de su posición geográfica o en la variación de su clima, sino en la falta de planeación.
“Esta previsión debe permearse con una visión que vislumbre el aspecto económico, social, político, ideológico y educativo para toda la población.
“En México, por ejemplo, no existe ningún plan que aliente invertir en energías alternativas. Pienso en paneles solares, que no hay programas para que la población se anime a adquirirlos”.

Tiene fiebre
Mijares García subrayó que uno de los problemas a los que también se enfrentará México en los próximos años será por el aumento de las temperaturas de la superficie del agua en el Caribe y el Golfo de México, en el océano Pacífico, de uno o dos grados, lo que traería consigo el aumento de huracanes en esa zona y más violentos.
“Hay que tomar en cuenta que la Tierra está enferma: tiene fiebre”.

Vulnerabilidd productiva
Ahora, bien, tanto la producción de leche como de maíz de temporal, en las que Jalisco es líder en México, son de alta vulnerabilidad al cambio climático, añadió el doctor Arturo Curiel Ballesteros.
El ganado es susceptible al estrés por clima, mientras que el cultivo será afectado con la variación de las lluvias y temperaturas, consideró el investigador del Departamento de Ciencias Ambientales.

Medidas de adaptación
Se estima que medio millón de hectáreas en la entidad, que por sus características son buenas zonas productoras de alimentos, lo dejarán de ser en los próximos 50 años a causa de dicho fenómeno, si no se implementan medidas de adaptación.
“Hay que reconocer que el cambio climático afecta, no solamente es que haya más calor o menos lluvia, sino que de alguna manera afecta a todo un proceso de producción de alimentos, la parte de la microbiología del suelo, la capacidad de absorción de nutrientes por los vegetales”, dijo el investigador.

Trabajo conjunto
Ante esto, Curiel Ballesteros y el director de la División de Ciencias Veterinarias del CUCBA, doctor Juan de Jesús Taylor Preciado, plantearon la necesidad de que instituciones y organismos nacionales e internacionales trabajen de manera conjunta en el establecimiento de medidas de adaptación y modifiquen los sistemas de producción.


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