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lunes, 27 de mayo de 2013

Repunte de economía estadounidense altera su panorama político

Las presuntas transgresiones del Servicio de Rentas Internas y de otros organismos federales le han dado al Partido Republicano algo qué criticar en momentos en que la economía se recupera claramente bajo el gobierno del presidente Barack Obama, lo cual le quita a la oposición uno de sus principales argumentos contra los demócratas.
Tras la aparición de varios informes económicos positivos, los republicanos se han centrado en pintar a Obama y su gobierno como fuente de escándalos e ineptitud, dejando a un lado sus críticas en torno a la recuperación económica.
Prácticamente no tenían otra opción, dado que la economía ha adquirido mayor fuerza en los últimos 18 meses. En la actualidad, el déficit presupuestario federal está retrocediendo rápidamente y la recaudación fiscal aumenta. La confianza y el gasto de los consumidores han aumentado, así como la venta de automotores y viviendas. Y la bolsa se acerca a niveles récord en alza.
Las mejoras han dado cierto margen de maniobra a los legisladores, pese a que las casi 12 millones de personas que aún no tienen trabajo no ven el panorama económico con tan buenos ojos.
Aunque el desempleo es del 7,5%, ha disminuido en comparación con el 10% en octubre del 2009. Además, la creación de puestos de trabajo en el sector privado ha sido relativamente sólida.
Los republicanos, que anteriormente hicieron énfasis en la débil recuperación y lo que consideran es el mal manejo económico de Obama, denuncian ahora al gobierno por permitir al IRS (siglas en inglés del Servicio de Rentas Internas) singularizar a los grupos conservadores y aplicarles un escrutinio fiscal adicional; por el presunto encubrimiento en torno a la naturaleza del cruento ataque islamista contra el consulado estadounidense de Bengasi, Libia, a fines de septiembre; y por intervenir los registros de llamadas telefónicas de varios periodistas de The Associated Press y Fox News.
Obama y los demócratas intentan ir más allá de las investigaciones sobre presuntas violaciones a la ética, centrándose en los recientes avances económicos y las gestiones presidenciales en la creación de empleo.
Debido a las mejoras fiscales, el déficit presupuestario federal bajará este año a 642.000 millones de dólares tras cuatro años consecutivos de ubicarse por encima de un billón de dólares, dijo la semana pasada la Oficina Presupuestaria del Congreso.
El Tesoro anunció que hará un pago simbólico de la deuda nacional este trimestre, la primera vez en seis años.
Al acelerarse el repunte económico, los republicanos están a punto de perder uno de sus principales argumentos ante la proximidad de las elecciones del 2014: la ineficacia de la Casa Blanca y de los demócratas en el Congreso para manejar la economía.
Sin embargo, con los recientes escándalos obtienen otro tema importante sobre el cual argumentar, uno que toca directamente la promesa que hizo Obama en su campaña electoral del 2008 de restaurar la confianza pública en la capacidad del gobierno para producir resultados de forma eficiente y equilibrada.

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