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sábado, 8 de marzo de 2014

Obama en primera línea contra Putin por Ucrania



El presidente estadounidense, Barack Obama, está en la primera línea del
enfrentamiento con su homólogo ruso, Vladimir Putin, por Ucrania, lo que
aumenta aún más el riesgo de una crisis con consecuencias potencialmente
peligrosas.
Desde que la crisis se agravó con el movimiento de tropas rusas en Crimea,
el presidente estadounidense ha hablado dos veces por teléfono con Putin,
conversaciones largas -de 90 y 60 minutos- calificadas de "directas" y
"francas" por Washington.
Según funcionarios estadounidenses, Obama trató de argumentar a favor de
una salida a la crisis que permitiría a Putin salvar la cara mediante la
obtención de garantías sobre la seguridad de los rusófonos en Crimea y la
legitimidad de un futuro gobierno ucraniano, a cambio del repliegue de las
fuerzas rusas en sus bases en la península.
Por su parte, el secretario de Estado John Kerry se esforzó por llegar a un
acuerdo con su par Serguei Lavrov. Pero el anuncio esta semana de un
referéndum sobre la adhesión de Crimea a Rusia puede hacer que estos
esfuerzos sean nulos, en momentos en que Obama también estableció un
marco de sanciones contra Rusia.
Este mismo sábado Obama realizó una ronda de llamadas a algunos
aliados europeos entre ellos los primeros ministros del Reino Unido, David
Cameron, e Italia, Matteo Rienzi, y el presidente francés, François Hollande,
que expresaron su "grave preocupación" por la situación en Ucrania.
Tras su conversación con Obama, Hollande dijo que ante "la falta de
progresos" hacia una solución de la crisis, Francia y Estados Unidos
podrían tomar "nuevas medidas" contra Rusia, mientras Kerry en una nueva
conversación telefónica con Lavrov advirtió de que una escalada militar
podría amenazar las posibilidades de una solución diplomática y pidió la
"máxima contención".
Un escenario digno de la Guerra Fría, aunque Moscú y Washington rechazan
la idea de una vuelta a 25 años atrás, un equilibrio del terror entre dos
superpotencias nucleares.
No obstante, su cooperación en importantes temas geopolíticos se pone en
entredicho: las conversaciones sobre la cuestión nuclear iraní, la evacuación
del arsenal químico sirio o incluso la retirada de Estados Unidos de
Afganistán.
Para Lee Feinstein, exembajador en Polonia y asesor
de campaña de Obama, éste tiene cada vez menos
opciones que ofrecerle a Putin.
- Repensar las relaciones -
"Eso dependerá de las decisiones de Putin. Si la
intervención en Crimea continúa, las cosas se volverán
más difíciles en muchos asuntos", predice Feinstein,
que participa en el centro de análisis German Marshall
Fund.
En declaraciones desde la Casa Blanca el jueves,
Obama advirtió que la organización de un referéndum
sobre la adhesión de Crimea a Rusia violaría el derecho
internacional, horas después de haber autorizado el
establecimiento de sanciones y el congelamiento de
activos por parte de su gobierno.
Si Moscú confirma su dominio sobre Crimea, la
reputación de Obama, ya vapuleado por sus rivales republicanos del
Congreso, estará en juego, y tendrá que materializar sus amenazas de
sanciones, exponiéndose a represalias por parte de Moscú.
Consciente de este riesgo, el mandatario estadounidense se encargó de
dejar la puerta abierta a una solución diplomática.
Pero desde hace mucho tiempo enterró la "puesta a cero" entre Washington
y Moscú, considerada un activo en el inicio de su gestión y que aspiraba en
particular a un nuevo tratado START de desarme nuclear.
Desde el regreso de Putin a la presidencia en 2012, los signos de deterioro
de las relaciones se han multiplicado: reuniones bilaterales canceladas en el
marco del G-8 y el G-20, el enfriamiento por el asilo dado por Moscú a
Edward Snowden, la decisión de Rusia de prohibir a parejas
estadounidenses adoptar niños rusos...
"Mucho antes de la crisis actual, Washington ya había dejado de lanzar
programas ambiciosos" con Moscú, dijo Michael McFaul, quien acaba de
dejar su cargo como embajador de Estados Unidos en Rusia.
Para Charles Kupchan, del centro de análisis Council of Foreign Relations
de Washington, Obama renunció a una relación productiva con su
homólogo.
"Creo que Obama se planteó básicamente que no podía continuar por este
camino y que había llegado el momento de repensar nuestra relación con
Rusia", explicó el experto.
Según Feinstein, un retorno a una relación más pacífica parece poco
probable en el futuro inmediato. "No creo que vuelva a encarrilarse a
menos que se resuelva la crisis actual".

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