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viernes, 21 de septiembre de 2012

Las brechas de Medicare dejan a muchos con una inmensa factura al final de la vida

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VIERNES, 14 de septiembre (HealthDay News) -- Muchos adultos mayores de EE. UU. tienen problemas para ahorrar suficiente dinero para afrontar los costos de atención de salud que superan a los cubiertos por Medicare, sugiere un estudio reciente.

Como resultado, una porción significativa de sus ahorros y otros activos se dedican a pagar sus costos de atención del final de la vida cuando mueren.

En los últimos cinco años de vida, los desembolsos por copagos y deducibles, y el alto costo de los servicios de atención domiciliaria, las viviendas asistidas y la atención a largo plazo en hogares para ancianos provocan que 25 por ciento de los adultos mayores gasten más que sus activos no relacionados con la vivienda, halló el estudio.

"El mayor problema para muchas familias es cubrir la atención a largo plazo", señaló la autora del estudio, la Dra. Amy Kelley, profesora asistente de geriatría y medicina paliativa de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

Kelley se interesó en el problema del costo en los últimos años de la vida mientras trabajaba con pacientes y familias que tenían problemas para tomar decisiones al mismo tiempo que se enfrentaban a dificultades financieras. "Lo veo todos los días. Los individuos que se enfrentan a la jubilación podrían no estar conscientes de las cosas que Medicare no cubre", apuntó.

Usaron datos de 2002 a 2008 del Estudio de salud y jubilación de EE. UU., que tuvo patrocinio federal y fue llevado a cabo en la Universidad de Michigan durante las últimas dos décadas.

Kelley y colegas hallaron que el gasto promedio de desembolso de las familias con recipientes de Medicare en los últimos cinco años de vida casi alcanzaba los 39,000 dólares. Y diez por ciento de los recipientes gastan más de 89,000 dólares, mientras que cinco por ciento gastan más de 139,000 dólares.

Más del 75 por ciento de las familias gastaron al menos 10,000 dólares, mientras que once por ciento de las familias de solteros y 9 por ciento de las familias de casados gastaron más de 100,000 dólares.

La cantidad del gasto varió según la enfermedad de la persona. Los que tenían enfermedad de Alzheimer o demencia eran los que más gastaban en atención de salud, con un promedio de 66,000 dólares, más del doble respecto a los que tenían cáncer o enfermedad gastrointestinal, que gastaban unos 31,000 dólares.

Al observar el dinero gastado en comparación con el porcentaje de activos, los datos no incluyeron el valor de la residencia de un individuo o pareja, ni de otros inmuebles de su propiedad. Esos activos podían usarse para ayudar a pagar los costos durante los últimos cinco años o tras la muerte, apuntó Kelley.

Las estadísticas usadas para este estudio se recolectaron mediante entrevistas a familiares de 3,209 personas fallecidas sobre los gastos totales de desembolso por atención de salud en los últimos cinco años, y los activos familiares de línea base. Todas las medidas se ajustaron por la inflación a dólares de 2008.

El estudio aparece en la edición en línea del 4 de septiembre de la revista Journal of General Internal Medicine.

"La noticia triste es que envejecer será mucho más caro", advirtió Olivia Mitchell, profesora de gestión de seguros y riesgos de la Facultad Wharton de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia.

Mitchell dijo que el estudio muestra por qué es difícil ahorrar para esos últimos cinco años. "¿Hay que enfocarse en el promedio o en los extremos? ", planteó. En otras palabras, no se sabe si se tendrán que reservar 22,000 o 140,000 dólares para enfrentar los costos de la atención al final de la vida, señaló.

Mitchell explicó que "para tener una seguridad del 90 por ciento de que los gastos [del final de la vida] se podrán cubrir, se necesitarían unos 400,000 dólares más el costo de comprar Medigap", una póliza de seguro vendida por las compañías de seguro privadas que complementa los beneficios de Medicare en un esfuerzo por cubrir las brechas en la cobertura de atención de salud.

Los autores apuntaron que "los gastos no asegurados de desembolso probablemente seguirán creciendo, ya sea debido al crecimiento en el gasto por atención de salud, o por una mayor dependencia en los copagos y deducibles para reducir el crecimiento de Medicare". Predice que a medida que más miembros de la generación de la postguerra se jubilen, "podrían enfrentarse a un futuro financiero muy disminuido a medida que afrontan unos ahorros cada vez más reducidos tras la enfermedad y muerte del cónyuge".

Mitchell enfatizó que la moraleja es que hay que planificar la jubilación pronto. "Ahorre más. Reduzca gastos. Si no piensa sobre la jubilación hasta que los hijos estén en la universidad, ya es demasiado tarde".


Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

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