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jueves, 6 de septiembre de 2012

Urgen medidas para reducir los riesgos que plantean los productos químicos para la salud y el medio ambiente

El aumento del uso y la dependencia de los productos químicos en las economías de los países en desarrollo incrementa el riesgo de exposición a sustancias peligrosas
Un nuevo estudio indica que la gestión adecuada de los productos químicos puede redundar en importantes beneficios económicos y apoyar la economía verde

Ginebra / Nairobi / México DF/ Nueva York,  septiembre de 2012.-

Según un nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), los gobiernos y la industria deben tomar medidas de manera coordinada y urgente para reducir los riesgos cada vez mayores que plantea para la salud humana y el medio ambiente la gestión insostenible de los productos químicos en todo el mundo.
Estos riesgos se ven agravados por un hecho que se está arraigando cada vez más: la transferencia de la producción, uso y eliminación de los productos químicos desde los países desarrollados a los países con economías emergentes y países en desarrollo, donde las garantías y normas suelen ser menos estrictas, según el informe.
El informe del PNUMA Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial, publicado hoy, pone de relieve la importante carga económica que imponen los peligros planteados por los productos químicos, especialmente en los países en desarrollo.
El informe revela que los costos estimados por las intoxicaciones por plaguicidas en el África subsahariana superan en la actualidad el total anual de la ayuda exterior para el desarrollo que recibe la región para los servicios básicos de salud, sin contar el VIH/SIDA.
Entre 2005 y 2020, el costo acumulado de las enfermedades y lesiones asociadas a los plaguicidas en las explotaciones agrícolas de pequeña escala del África subsahariana podría alcanzar los 90.000 millones de dólares.

Reducir la contaminación

La gestión racional de los productos químicos puede reducir estas cargas financieras y para la salud, además de mejorar los medios de vida, ayudar a los ecosistemas, reducir la contaminación y fomentar el desarrollo de tecnologías verdes, según revela el estudio.
La publicación de este informe, que constituye la primera evaluación exhaustiva de este tipo, tiene lugar después de que en junio, en la Cumbre de Río+20, los países reafirmaron su compromiso de evitar el vertido ilegal de desechos tóxicos, desarrollar alternativas más seguras a las sustancias químicas peligrosas en los productos y aumentar el reciclado de residuos, entre otras medidas.
Mediante el examen de las tendencias mundiales de los productos químicos y sus implicaciones económicas, el informe del PNUMA señala los enfoques más eficaces que pueden adoptar los responsables de la toma de decisiones para hacer realidad estos compromisos.
"Las comunidades de todo el mundo en particular las de los países emergentes y en desarrollo dependen cada vez más de los productos químicos, desde los fertilizantes y productos petroquímicos hasta los plásticos y productos electrónicos, para su desarrollo económico y para mejorar sus medios de vida", afirmó el secretario general adjunto de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
"Pero los beneficios que pueden generar los productos químicos no deben obtenerse a expensas de la salud humana y el medio ambiente. La contaminación y las enfermedades relacionadas con el uso, la producción y la eliminación insostenibles de los productos químicos pueden, de hecho, obstaculizar el progreso hacia los objetivos clave de desarrollo al afectar al suministro de agua, la seguridad alimentaria, el bienestar o la productividad de los trabajadores. Es por ello que la disminución de los riesgos y la mejora de la gestión de los productos químicos en todas las etapas de la cadena de suministro son un componente esencial de la transición a una economía verde con bajas emisiones de carbono, eficiente en el uso de los recursos e inclusiva", agregó Achim Steiner.

Meta para el 2020


En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en 2002 en Johannesburgo, los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas fijaron la meta de que para 2020, los productos químicos se produzcan y utilicen de forma que reduzcan al mínimo los efectos adversos significativos sobre la salud humana y el medio ambiente.
"El análisis económico presentado en Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial demuestra que la gestión racional de los productos químicos es una esfera que tiene tanta validez como la educación, el transporte, la infraestructura, los servicios directos de atención de la salud y otros servicios públicos esenciales. Esto podría fomentar la creación de muchos empleos y medios de subsistencia verdes, decentes y saludables para los países desarrollados y en desarrollo ", explicó la Dra. María Neira, Directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS.
"Una gestión efectiva a largo plazo de los productos químicos y los residuos sienta las bases para una economía verde pujante, para garantizar un entorno más saludable y para una distribución más justa de los beneficios del desarrollo en todos los estamentos de la sociedad", agregó la Dra. Neira.
En los últimos años, las convenciones internacionales, los gobiernos y las corporaciones han tomado medidas importantes en el desarrollo de las capacidades nacionales e internacionales para la gestión segura y racional de los productos químicos.
Pero el informe Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial afirma que no se han realizado adelantos al ritmo deseado y que los resultados a menudo no son suficientes.

• De las aproximadamente 140.000 o más sustancias químicas que se encuentran en el mercado hoy en día, sólo se ha hecho una evaluación exhaustiva de una fracción para determinar sus efectos en la salud humana y el medio ambiente.

• Se calcula que hasta el 75% de los residuos electrónicos generados en Europa y aproximadamente el 80% de los generados en los Estados Unidos van a un paradero desconocido.

• Las intoxicaciones por productos químicos industriales y agrícolas se encuentran entre las cinco principales causas de muerte en el mundo: provocan más de 1 millón de muertes al año y generan 14 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad. El volumen de accidentes de trabajo involuntarios relacionados con productos químicos sigue aumentando rápidamente.

 

Tendencias mundiales de los productos químicos: impactos en el medio ambiente y la salud


En los países en desarrollo y con economías emergentes, los productos de la industria química tales como colorantes, detergentes y adhesivos, entre otros están reemplazando rápidamente los productos tradicionales de origen vegetal o animal o a base de cerámica.
Según el informe del PNUMA, las ventas mundiales de productos químicos van a aumentar alrededor de un 3% al año hasta 2050.
Se calcula que África y el Oriente Medio registrarán un incremento promedio del 40% en la producción de productos químicos entre 2012 y 2020, y que en América Latina el aumento será de un 33%.
El aumento del uso y la dependencia de los productos químicos, destacados en el informe del PNUMA, significa que los productos químicos sintéticos se están convirtiendo rápidamente en los principales componentes de las corrientes de desechos y de la contaminación en todo el mundo lo cual aumenta la exposición de las personas y de los hábitats a los riesgos químicos.

• En Ecuador, el agua potable y de baño utilizada por los pobladores cerca de un lugar de extracción de petróleo contenía niveles de hidrocarburos de petróleo hasta 288 veces superiores a los aceptados por las normas de la Comunidad Europea.

• En un estudio de 2009 se examinaron 212 productos químicos usados en los Estados Unidos y se detectó la presencia de todos ellos en una parte de la población nacional.

• En las clasificaciones armonizadas de la UE hay más de 3000 productos químicos clasificados como tóxicos para la vida acuática, con niveles de toxicidad que van desde "muy tóxico" a "tóxico con efectos nocivos duraderos".


Los factores que dan lugar a las mayores preocupaciones ambientales son, entre otros, la contaminación con plaguicidas y fertilizantes de los ríos y lagos, la contaminación por metales pesados asociados con la producción de cemento y la producción textil, y la contaminación por dioxinas proveniente de la minería.
La escorrentía que arrastra fertilizantes y plaguicidas contribuye al aumento de "zonas muertas" en las aguas costeras, a las que les falta oxígeno.
Según el quinto informe del PNUMA Perspectivas del Medio Ambiente Mundial, publicado en junio de 2012, solo se están recuperando 13 de de las 169 zonas costeras muertas del mundo.
Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) pueden transportarse a grandes distancias en el aire y luego depositarse sobre los recursos de la tierra y el agua. Estos productos químicos pueden acumularse en los organismos a medida que van subiendo en la cadena trófica.
El mercurio, por ejemplo, es transformado por organismos acuáticos en compuestos que pueden alcanzar decenas de miles de veces la concentración a la que se encontraba originalmente en el agua.
Además de dañar la biodiversidad, este fenómeno puede tener un efecto grave en la pesca una fuente importante de proteínas y sustento para millones de personas del mundo entero.

Tendencias mundiales de los productos químicos: implicaciones económicas


Según el informe Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial, una transición hacia la producción, el uso y la eliminación sostenibles de los productos químicos puede generar importantes beneficios económicos derivados del desarrollo, la reducción de la pobreza y la reducción de los riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
A raíz de una mala gestión de los productos químicos, se está incurriendo en gastos de miles de millones de dólares en todo el mundo, que en su mayoría no recaen en los fabricantes u otros actores en la cadena de suministro, sino en los sistemas de bienestar social o en los propios individuos.

• Se estima que la mala gestión de los compuestos orgánicos volátiles ha generado pérdidas económicas mundiales por valor de 236.300 millones de dólares de los Estados Unidos.

• La exposición al mercurio provoca daños a la salud y el medio ambiente estimados en 22.000 millones de dólares.

• Se ha estimado que el daño causado a la pesca comercial en China por la contaminación aguda del agua fue de 634 millones de dólares en un período de un año.

• En los Estados Unidos, a causa de una mala gestión de los plaguicidas, se han provocado pérdidas de cultivos por valor de 1.400 millones de dólares, y pérdidas de aves por un monto de 2.200 millones de dólares.


Según el informe del PNUMA, tanto en los países desarrollados como en desarrollo, las cadenas de suministro se han vuelto más largas y más complejas y eso, junto con la introducción de nuevos compuestos químicos, aumenta las probabilidades de que los productos no cumplan las normas de seguridad.
Esto puede incrementar el riesgo de accidentes de trabajo y las pesadas cargas financieras y para la salud que traen consigo. Los costos incurridos debido al amianto y a paneles de yeso contaminados, por ejemplo, suman más de 125.000 millones de dólares a nivel mundial, cifra que sigue en aumento.
En los países en desarrollo y países emergentes se pueden lograr enormes beneficios económicos a través de prácticas agrícolas sostenibles, como el manejo integrado de plagas (MIP).
Con el MIP se usan menos productos químicos y se introducen métodos alternativos, como la rotación de cultivos, creando las condiciones que facilitan la presencia de los enemigos naturales de las plagas y un mejor control de estas.
En las plantaciones de papa en Ecuador se comenzó a usar el MIP para contrarrestar el problema de las altas tasas de intoxicación por plaguicidas. En esas plantaciones, el rendimiento fue igual o mayor, con costos de producción por lo menos un 20% inferiores que en los lotes en los que se usaron plaguicidas. También disminuyeron los casos notificados de problemas neurológicos relacionados con plaguicidas.

Beneficios proyectados

Indonesia ya comenzó en la década de 1990 a introducir un programa de MIP que ayudó a los agricultores a reducir el uso de plaguicidas en un 50% y aumentar el rendimiento en aproximadamente un 10%.
Se calcula que las ganancias económicas derivadas de la implementación del programa nacional de MIP 2001 2020 en el país equivalen al 3,65% del PIB de Indonesia en 2000.
Los beneficios proyectados a lo largo de un período de 19 años incluyen la prevención de más de 20.000 casos de intoxicaciones agudas entre los productores de arroz, un total acumulado de PIB equivalente a un 22% del PIB de Indonesia en 2000, y un aumento en los ingresos familiares de hasta un 5%.
Los beneficios globales de la eliminación de la gasolina con plomo ascienden a 2,45 billones de dólares, es decir, el 4% del PIB anual mundial.
Una mejor gestión de los productos químicos al final de su vida útil también puede facilitar la recuperación de materiales valiosos a partir de los residuos. Esto es importante en especial en el caso de los residuos eléctricos y electrónicos, que se reciclan o desarman para recuperar metales preciosos como el oro o el cobre, actividad que se está desarrollando cada vez más en los países en desarrollo.
El reciclado de los desechos eléctricos y electrónicos en los países en desarrollo es un sector poco regulado, donde los trabajadores están ordinariamente expuestos a muchos productos químicos dañinos, como las dioxinas que se liberan en la quema de cables.
En Ghana, la introducción de tecnologías de reciclado más seguras y más eficientes, que evitan la quema, produjeron un aumento del 45% en los ingresos percibidos por el reciclado de computadoras de escritorio.
Además, hasta el 90% de las sustancias que agotan la capa de ozono que se encuentran en los desechos electrónicos se recuperaron utilizando técnicas mejoradas de reciclado.

Camino a seguir y recomendaciones


Durante las últimas cuatro décadas, muchos países han implementado marcos jurídicos, establecido autoridades reguladoras o tomado otras medidas para reducir los riesgos ocasionados por los productos químicos.
Los fabricantes de productos químicos también han desarrollado nuevos métodos y directrices para dar más fuerza a esas iniciativas.
En el plano internacional, el Enfoque Estratégico para la Gestión de los Productos Químicos a Nivel Internacional (SAICM, por sus siglas en inglés), auspiciado por el PNUMA, así como los tratados e instrumentos sobre productos químicos y desechos peligrosos de las Naciones Unidas, proporcionan marcos reglamentarios y voluntarios para promover la gestión racional de los productos químicos.
Pero a pesar de estos avances, en el informe Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial se afirma que hace falta poner más empeño en todas las etapas de la cadena de suministro de los productos químicos para poder lograr la meta de 2020 del Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo y obtener los beneficios económicos, ambientales y sanit
El informe describe los principales enfoques que habría que aplicar para lograr una transición hacia una mejor gestión de los productos químicos a nivel mundial especialmente en los países en desarrollo y las economías emergentes:

• Integración: La gestión racional de los productos químicos debe integrarse de manera global en los planes nacionales sociales y económicos. En la actualidad, a menudo son varios los órganos que comparten las responsabilidades, lo cual da lugar a respuestas fragmentadas y poco eficaces.

• Múltiples partes interesadas: En muchos países, las empresas son las que poseen la información más completa sobre los productos químicos y los residuos, así como una importante capacidad técnica. Los productores, fabricantes e importadores deberían estar en la vanguardia de la gestión segura de los productos químicos y desempeñar una función activa en la elaboración de políticas, junto con los gobiernos.

• Prevención: Los gobiernos de los países en desarrollo y emergentes deberían elaborar políticas que se centren en evitar los riesgos y promover alternativas más seguras, en lugar de remediar los peligros solamente.

• Desarrollo de la capacidad: Para muchos países, los costos de una gestión efectiva de los productos químicos y los desechos siguen siendo un obstáculo. Hay una urgente necesidad de que los países desarrollados y los donantes internacionales presten ayuda financiera. Los gobiernos de los países en desarrollo y los países con economías emergentes deberían promover la innovación y el uso de productos químicos más seguros, con el fin de atraer inversiones.

 

Muchos países ya están avanzando con nuevos enfoques aplicados a los productos químicos.


Brasil ha establecido una Comisión Nacional de Seguridad Química para mejorar la coordinación entre los organismos de gobierno. Costa Rica, por su lado, ha establecido un órgano similar.
En Uganda, una iniciativa respaldada por la Organización de las Naciones Unidas ha supervisado la integración de las prioridades de gestión de los productos químicos en el plan quinquenal de desarrollo del país.
"Desde la agricultura sostenible, hasta los edificios verdes, pasando por la gestión de los residuos, la gestión racional de los productos químicos es un ingrediente esencial para casi todos los sectores de la transición hacia una economía verde", afirmó el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
"Pero para aprovechar los beneficios económicos de la gestión racional de los productos químicos, hace falta una cooperación más estrecha y una mejor planificación entre los ministerios de gobierno, los sectores público y privado, y otros actores en la cadena de suministro de los productos químicos".
"Esto requiere esfuerzos grandes y ambiciosos, respaldados por una financiación estratégica. Esas medidas pueden hacer que la gestión de los productos químicos ocupe un lugar privilegiado en la agenda política internacional y ayudar a lograr un desarrollo sostenible inclusivo", agregó Achim Steiner.
El informe Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial presenta otras recomendaciones específicas para los países, las empresas y la sociedad civil para acelerar el progreso hacia la meta de 2020 y garantizar la gestión racional de los productos químicos. Entre ellas, destacan:

• Elaborar metodologías y evaluaciones coherentes para monitorear las exposiciones a los productos químicos y los efectos en el medio ambiente y en la salud.

• Analizar más a fondo el costo económico de los efectos de los productos químicos.

• Adoptar y poner en funcionamiento instrumentos jurídicos que definan las responsabilidades del sector público y del sector privado en el control de los productos químicos.

• Seguir generando y dar a conocer un conjunto de referencia adecuado de los efectos en la salud y el medio ambiente de los productos químicos comercializados.

• Las organizaciones de la sociedad civil deberían participar activamente en los procesos de adopción de decisiones relacionadas con la seguridad de los productos químicos en todos los niveles.

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